"Mantén una visión clara de lo que quieres conseguir en tu carrera, motívate para lograr este objetivo y no te distraigas, sino adáptate a cualquier reto inesperado que se te presente".
Ramachandran Balakrishnan es un ciudadano malasio que reside actualmente en Georgia, donde trabaja como Business Controller en SKF USA, Inc. Criado en una finca (vestigio de la época colonial) en la Malasia rural, a una edad temprana Ramachandran no pudo beneficiarse de la presencia de influencias positivas y oportunidades, pero siempre disfrutó y prosperó en matemáticas en la escuela. Esto cultivó sus tempranas aspiraciones a una carrera en finanzas. A pesar de sufrir tragedias y dificultades personales en su adolescencia, gracias a su trabajo duro y perseverancia, Ramachandran no sólo logró este objetivo de la infancia, sino que lo superó, obteniendo las cualificaciones y la experiencia necesarias antes de iniciar su carrera como Controlador de Empresas. Esta carrera le permitiría vivir y trabajar en varios países a través de puestos de expatriado. Durante todo ese tiempo, Ramachandran no dejó de desarrollar sus habilidades a través de cursos de formación en la empresa y programas de liderazgo global. Fuera de su trabajo, Ramachandran disfruta escuchando música, leyendo, haciendo senderismo y jugando al tenis.
¿Qué hace exactamente un controlador de empresas? ¿Cuáles son sus responsabilidades laborales?
Actualmente trabajo en SKF, USA Inc, que es una empresa sueca que opera en los sectores de servicios y fabricación. Como interventor de la empresa, generalmente me encargo de asesorar al equipo directivo sobre cuestiones financieras, principalmente sobre métodos para ahorrar costes y aumentar los beneficios. Normalmente esto implica asesorar a los jefes de otros departamentos (como aprobar el presupuesto de un proyecto), supervisar los libros de cierre a final de mes y de año, preparar material para las reuniones de revisión de la dirección. Los controladores de empresas, en particular, tienen días muy impredecibles en la oficina, porque nunca se sabe la naturaleza de los asuntos del día, ni quién va a llamar a su puerta necesitando su consultoría, opinión y/o aprobación.
¿Qué le motivó a seguir esta carrera?
Nací, crecí y me eduqué en un pequeño estado de Malasia, rodeado de gente con poca o ninguna educación. Hasta los 12 años, diría que no tenía un rumbo real en la vida, e incluso empecé a relacionarme con la gente equivocada. Pero a los 13 años mi padre nos trasladó de la finca a una pequeña ciudad cercana, donde estuve expuesto a más personas que eran mejores influencias. En aquella época, a mediados de los 70, la contabilidad era una carrera de moda en Malasia, como lo es hoy la informática en Estados Unidos. También tenía la impresión de que en contabilidad se manejaban muchos números, y a mí siempre me habían gustado las matemáticas, así que me convenció la carrera y empecé a trabajar duro en la escuela para conseguirlo.
Aunque al principio pensé que una carrera en finanzas me permitiría dedicarme a mi pasión por las matemáticas y los números, me di cuenta de que un Business Controller también se ocupa de principios contables y tareas de consultoría y asesoramiento. Fue un descubrimiento agradable porque disfruto con el reto añadido. Desde un punto de vista más práctico, me motivaron la flexibilidad y la seguridad de una carrera en finanzas... al fin y al cabo, casi todos los sectores necesitan un controlador de empresas y no es el tipo de trabajo que probablemente vaya a ser sustituido por un ordenador dentro de unos años.
¿Se ha enfrentado a algún reto importante en su camino para convertirse en Controlador de Empresas?
Cuando tenía 17 años, falleció mi padre. En aquel momento sentí que mi sueño se hacía añicos, porque mi padre había sido el único sostén de nuestra enorme familia de nueve miembros. De repente, todos mis esfuerzos y mi atención tuvieron que centrarse en mantener a la familia. Así que me trasladé a la ciudad y viví en un barrio de ocupas mientras trabajaba en lo que podía... enfermero, camarero, etc. Al cabo de un tiempo gané lo suficiente para mudarme a un garaje convertido en dormitorio, que compartía con otros cuatro chicos, y empecé a tomar clases nocturnas para obtener mi título de Contabilidad.
Con este título, conseguí encontrar un puesto de entrada como contable, pero era un puesto temporal y me pagaban por horas, así que me pasaba muchas tardes en la oficina haciendo horas extras para poder ganar algo más. Al cabo de un año de esta experiencia, mi jefe me llevó aparte durante una fiesta de Navidad de la empresa y me dijo que no volviera a trabajar después de Año Nuevo, porque me iban a despedir. Pasé el año siguiente viviendo con mi hermana mayor, casada, y aceptando cualquier trabajo que me pagara.
Entonces tuve mi gran oportunidad cuando, un día, un ex jefe entró en el restaurante donde trabajaba de camarero. Se había dado cuenta de que yo era muy trabajador cuando trabajaba para él, y estaba absolutamente asombrado de que sirviera mesas. Me ofreció un trabajo en el acto. Nunca olvidaré ese día, el 1 de abril de 1981 (¡menos mal que su oferta no era una broma!), cuando conseguí mi primer empleo fijo en contabilidad. Sobre todo, nunca olvidaré aquel primer sueldo y la sensación de no tener que luchar más, quizá por primera vez en mi vida. Seguí trabajando duro, una media de 10-12 horas al día, y aunque empecé como contable junior, me ascendían aproximadamente cada seis meses. Fue entonces cuando mi carrera empezó a despegar.
Cualquiera que tenga la suerte de poder seguir una trayectoria profesional más directa debe aprovechar al máximo la oportunidad, pero si hay circunstancias incontrolables en su vida que le desvían de su camino, recuerde que no hay "un solo camino" y que mantenerse positivo, no rendirse y trabajar duro dará sus frutos.
¿Cuáles diría que son sus logros profesionales de los que se siente más orgulloso?
Cuando me incorporé a SKF, era una empresa sueca emergente que empezaba a establecerse. Hoy, SKF es líder mundial en la fabricación de rodamientos de bolas. Estoy orgulloso de haber desempeñado un papel, por pequeño que sea, en su desarrollo.
Desde un punto de vista más personal, cuando empecé a trabajar en SKF Malasia, conocí a muchos expatriados (la mayoría de los cuales eran profesionales extranjeros que venían a compartir sus conocimientos especializados con el equipo local), y aspiraba a tener algún día un puesto como ellos.
En ese momento, me hice la promesa de que algún día yo también tendría un puesto de expatriada. Aunque no tenía ni idea de cómo enfocar este objetivo, mi convicción era inquebrantable y un día, no mucho después, alguien que se había fijado en mi buen hacer mencionó que había un puesto vacante en Corea del Sur. Me presenté, me entrevistaron y ¡me seleccionaron! Desde entonces, he tenido la oportunidad de trabajar como expatriada en China, Bélgica y ahora en Estados Unidos.
Cuando tenía 8 años y vivía en las urbanizaciones de Malasia, la oportunidad de vivir el sueño americano en Estados Unidos era un concepto absolutamente ajeno; totalmente fuera de mi alcance. Hoy me alegro mucho de haber tenido estas oportunidades para proporcionar una vida mejor a mi familia. Ojalá mi padre hubiera podido verlo todo.
¿Cuáles son las principales cualidades o competencias necesarias para ser interventor de empresas?
Debe completar sus tareas a tiempo y con precisión. También es importante "atenerse a los libros", es decir, cumplir estrictamente los principios contables y morales. Equilibrar un buen liderazgo con el trabajo en equipo es fundamental, al igual que tener iniciativa propia y buenas dotes de organización. Por último, la participación también es muy importante para los Controladores de Empresas. Expresa tus opiniones y da tu mejor consulta en las reuniones, porque tu aportación puede y debe impulsar la rentabilidad de la empresa.
¿Algún último consejo?
Tenga la mente abierta al aprendizaje, porque en este campo tendrá que adaptarse constantemente a nuevos sistemas dentro de su organización, o a organizaciones diferentes en conjunto, así como a la economía mundial. Además, se trata de una carrera que requiere una importante dedicación a tu formación al principio, pero que te reportará muchas recompensas más adelante, como un buen sueldo y un empleo estable. Además, a lo largo de tu carrera nunca debes renunciar a la responsabilidad que conlleva el trabajo. Es posible que tengas que manejar grandes cantidades de dinero y hacer consultas financieras que pueden tener grandes consecuencias, de todo lo cual, como interventor de empresas, tendrás que rendir cuentas.
Por último, procure tener una visión clara de lo que quiere conseguir en su carrera, automotivarse para alcanzar este objetivo y no distraerse, sino adaptarse a cualquier reto inesperado que se le presente.
Muchas gracias, Ramachandran, por compartir con nosotros tu inspiradora historia profesional.